Por sendas paz, me acompañas En las alturas Tu presencia, ahí está Tu me sostienes Aún en los valles con Tus promesas Eres mi compás Eres mi guía Entre las olas, Tu mi ancla, fime estás En la oscuridad Tú permaneces Estás conmigo Eres el Rey de Majestad Mi principio y mi fin Mi sustento, mi escudo Mi esperanza y mi vivir Y las montañas y los valles Se arrodillan ante Ti Señor Eterno, Mi Padre y mi Dios De Tu bondad Cantan los cielos Una gran voz diciendo: Santo es El Señor! Solo Tú mueves Lo inmovible Dios asombroso Mi esperanza inquebrantable Eres Tú Mi confianza está en Ti Mi refugio En lo alto y en lo bajo Eres fiel, siempre fiel En lo profundo De mi ser declararé