Sin tu cadena atada a una pena, y sin un supiro por lo vivido.
Se esfuma el punto de lo luchado, se afloja el alma de lo
vencido.
No hay destino predeterminado para desandar un futuro camino.
Lavar deseos, sembrar rutina, no era lo que habías elegido.
Se nota que no podés destellar.
Te falta el aire no podés gritar.
Esto de la necia comodidad ya se instauró y es mas que
funcional.
Se extinguió la ilusión deseada.
Eras vos el que nos enseñaba a vivir toda esa grandeza
espiritual impostergable.
Eras vos