En una casita chiquita y muy blanca camino del puerto de Santa María Habita una vieja muy buena y muy santa muy buena y muy santa que es la madre mía. Y maldigo hasta la hora en que yo la abandoné a pesar de sus consejos no me quise convencer. Ella me lleva en el alma y tú en la imaginación tú me miras con los ojos ella con el corazón. Lo tuyo es capricho, pura vanidad, lo de ella es cariño cariño y verdad. De quien fue la culpa no quiero saberlo, no se si fue tuya o fue de la suerte; o fue culpa mia por no comprenderlo y en vez de olvidarte penaba por verte. Anda y vete de mi vera si te quieres comparar con aquella vieja santa que está ciega de llorar Ella me lleva en el alma y tú en la imaginación tú me miras con los ojos ella con el corazón. Lo tuyo es capricho, pura vanidad, lo de ella es cariño cariño y verdad.