Lucía: Si un día él me leyera el pensamiento, Cuando entra con su eterno mal humor, Y hablando con mirada de sargento, Va repitiendo todo el sermón. . . Joaquín: Por más que lo he intentado no la entiendo, Con ella nunca tengo la razón, Y es que con una santa estoy viviendo, La santa virgen de la negación. . . Lucía y Joaquín: Ya no te aguanto, digo por dentro, Todos los días, siempre lo mismo, qué aburrimiento, Ya no te aguanto, voy repitiendo, No te soporto, pero te extraño si no te tengo. . . Lucía: Si un día adivinara lo que pienso, Al irnos todo un mes de vacación, El día que está en casa es un tormento, Con treinta días no hay salvación. . . Joaquín: Con ella es imposible estar de acuerdo, Y si lo estamos cambia de opinión, Yo sé que no lo hace por hacerlo, Llevar la contra es su vocación. . . Lucía y Joaquín: Ya no te aguanto, digo por dentro, Todos los días, siempre lo mismo, qué aburrimiento, Ya no te aguanto, voy repitiendo, No te soporto, pero te extraño si no te tengo. . .