En la barra de un bar vi enpensar cierta vez cuanto niegan y dan la ciudad, la mujer enjoyadas de luz la vidriera y la piel peregrinas y ajenas se ven como ríos de amor luz, color y placer espejismo quizá de mi ser Suelo venir del campo por el embrujo de la ciudad con las pupilas bellas charcos de estrellas que se me van por la fugaz silueta vaga y coqueta sola y plural siempre como ella misma, siempre distinta copia del mal donde los luminosos van rotulando la oscuridad todos estamos juntos, solos y aparte de los demás cuando hallaré un consuelo de un pedacito de soledad que sumada a la mía se vuelve dicha, copla y cantar Solitarios de ayer consiguieron fundar por la unión y el poder y nació la ciudad pero quizá después, el poder cada cual por el encima del bien y del mal y hoy que es bella y es cruel hoy que no sabe amar es mas sola que yo, la ciudad Cuanto regreso al campo junto al secreto del manantial con el fogón parece que me florece la soledad cada vez que inauguro la estrella sola o el temporal la cerrazón del río o el griterío crepuscular una tristeza oscura me vuelve pura y elemental la fe con que asumiera por vez primera la soledad solo de tarde en tarde siento nostalgia de la ciudad cuando unos ojos bellos se me hacen pena, copla y cantar. En la barra de un bar vi enpensar cierta vez cuanto niegan y dan la ciudad, la mujer.