Llegaste a mi como llegué inocente en la mañana pusiste el vértigo en mi sangre quieta con tu voz palideció tu piel en la alborada tibia de tu sabia y fue aquel beso que cubrió de mieces mi nostalgia. Natura muerta por el frío inmenso de la nada volví a vivir como si fuera un Lázaro ante Cristo y eché a llorar como si fuera un loco, como si fuera un cuerdo como lloran los hombres de amor. Y en el retorno diario de aquel beso vivo así como si fuera un pájaro sin sombra ni cansancio que cuando siente frío se acurruca entre tus brazo. Natura llena de ilusión y canto en la palabra vuelvo a vivir como si fuera un Lázaro ante Cristo y echo a reír como si fuera un loco, como si fuera un cuerdo como rien los hombres de amor. Natura llena de ilusión y canto en la palabra vuelvo a vivir como si fuera un Lázaro ante Cristo y echo a reír como si fuera un loco, como si fuera un cuerdo como rien los hombres de amor.