Hay va el ciego del oro Por la sombra Que a pleno sol le nace de la mente Camina por la estrofa De un mañana Cantada en el silencio De lo ausente. Y se detiene en todo de repente Y de su negación cobra lo que ama Es el hombre de zinc que cubre el cielo para que nadie vea las estrellas pero deja que pasen las centellas y la lluvia y el frío del invierno Y en el pecado blanco de un cuaderno Numera vencimientos y querellas El es legal Se roba la existencia de su propio pecunio cada día Cuando en el banco deja su conciencia Y la caja de ayer queda vacía Ha si pudiera guardar, el guardaría, lo que tuvo que dar por su vivencia, que experiencia tan dulce la experiencia de romperle al del frente la alcancía Es el ciego del oro el que sonríe Con la sonrisa grande iluminada Con la luz del metal Y el cree que es cierto que el que No tiene nada vale nada Si sabrá de valores Que prestaba La vida le transpira olor a muerto Cuando muere un amigo Desespera No puede ser que el deba morirse Medio kilo de vida mas no fuera Si pudiera comprar por no fundirse Que por ciento darán por no reírse Cuando al cedro y al bronce cuando muera Hay va el ciego del oro Por la sombra Que a pleno sol le nace de la mente Camina por la estrofa De un mañana Cantada en el silencio De lo ausente. Y se detiene en todo de repente Y de su negación cobra lo que ama