Sueños, nada más que sueños Sobrevinieron a mí, sofocando mis pensamientos Trayéndome ilusiones, que a todo momento Están a fluir en las ideas que surgen por ahí Cuando a mí llegó el amor de Dios Yo me encontraba oprimida en una triste situación Yo me juzgaba vencida y sin solución Y fue ahí que la mano de Dios opero en mí, en mí Estaba tan confundida En mis sueños yo estaba perdida Fui alcanzada por la mano amiga que me despertó Ahora o en cualquier hora Daré glorias a quién me dio victorias ¡Gloria a Dios! ¡Aleluya a mi Jesús!