Oh mujer, que te fuiste llevando La ilusión de unas horas felices Por un tango de suaves matices Que al son de una orquesta Sonora vibró Yo que vi tu existencia alejada De las viles ruindades del fango Hoy maldigo los sones del tango Que pudo inducirte A tan cruel acción No he de pedirte que vuelvas Y quiero que en tu abandono Sepas que hasta sin encono Te he sabido perdonar Más no por esa indulgencia De mi proceder te asombres Porque yo soy de esos hombres Que se saben resignar Cuando se halle tu vida agotada Por el vicio fatal y traidor Como enferma mendiga, mi amor Vendrás implorando como caridad Pero es tarde, no tienes remedio Yo no puedo vivir y quererte Tú has cambiado mi plácida suerte Y altivo la muerte prefiero afrontar Te alejaste presurosa Destruyendo la delicia De tus ardientes caricias Emblema de paz y amor Y hoy, que no siento tus besos De gentil enamorada Pongo en tu vida pasada Los ayes de mi dolor