Un Bailongo

Carlos Gardel

Composición de: José Ricardo
Hace como una semana 
que un paisandero mistongo, 
me invitó para un bailongo 
en el pueblo de las ranas. 
Las principales bacanas 
de toda la población 
se fueron pa' la función 
a la fiesta enarboladoas, 
porque habían sido invitadas 
con tarjetas de cartón. 

La orquesta se componía 
de bandoneón y guitarra, 
porque esta era una farra 
de las que muy poco había. 
Cada siofica tenía 
en el baile su bacana, 
o mejor dicho su dama, 
pa' desempeñar un rango 
y poder bailar un tango 
Pero muy, de… de… de la banana. 

Los músicos empezaron 
y el que hacía de bastonero, 
le brindó a cada ranero 
una mina, y se largaron. 
Los acordes resonaron 
del bandoneón armonioso, 
cada hembra con su mozo 
salieron como pegaos, 
porque el baile había empezao 
con un tango perechocho. 

La farra en orden seguía, 
Todos guardaban respeto, 
pero empezó a hacer efeto 
la ñaca que se servía. 
Un pardo flaco que había 
gritó: que cante un Carlos Gardel, 
mi compadre es payador 
y le dijo tome usté 
las guitarras y cantemé 
unas décimas de amor. 
Juana Arrabal que es, 
a ella misma cantelé 
y algo también digalé 
a la parda Filipina. 
Déjese de esas pamplinas 
la china Rosa gritó 
y el pardo lo que junó, 
que le daban poco corte, 
saltó como un resorte 
Y el bochinche allí se armó 
como una luz de ligero. 

El pardo un brinco pegó 
y enseguida resbaló 
de la cintura un talero, 
ahí nomás a un canfinflero 
le acomodó un garrotazo 
y a otro le dió un zurdazo, 
y la negrita Pacheca 
gritaba: dejen la chica 
y le acomodó un sillazo.
Página 1 / 1

Letras y titulo
Acordes y artista

restablecer los ajustes
OK