El Sol ya se iba ocultando Por detrás de una tapera Y se veía en la tranquera A una chinita llorando La pobre estaba esperando Con desconsuelo infinito Despedir a su gauchito Al dueño de sus amores Que en el Cuartel de las Flores Lo sortearon de conscripto El campo en ese momento De indefinible tristeza Pregonaba su grandeza A los impulsos del viento Jamás ningún instrumento Podrá expresar en canción A qué hora de la oración Nacen aquellos murmullos Que brotando de los yuyos Desgarran el corazón Juan llegó muy bien montao Y como paisana ofrenda Para halagar a su prenda Hizo rayar el tostao Fuerte abrazo y apretau Le dio luego a su Malena Bajo la noche serena No llores mi alma le dijo Porque yo también me aflijo Y así aumentamos la pena Una estampa bendecida De la Virgen de Luján Le dio Malena a su Juan Y él con la voz conmovida ¡Adiós mi prienda querida! Le gritó desde el camino Voy a cumplir mi destino Y saltó sobre su flete Y así Juan se hizo un jinete Del Ejército Argentino